Sin importar las razones por las que se originó, un esguince de rodilla es una complicación dolorosa que puede impedirte realizar tus actividades cotidianas. Por ello, el día de hoy te contaremos en qué consiste este tipo de esguince y cuál es la forma correcta de tratarlo.
¿En qué consisten los esguinces?
Antes de definir en qué consiste el esguince de rodilla, debes saber que un esguince es una lesión que se produce en un ligamento, cuando éste se rompe por diversas causas. Esto se debe a que los ligamentos se encuentran formados por pequeñas fibras que pueden desgarrarse.
Por lo general, los esguinces se producen en articulaciones, de manera que el esguince de tobillo y el esguince de rodilla son algunos de los tipos de lesiones más comunes. Sin embargo, también pueden generarse en otras zonas del cuerpo.
En ese sentido, un esguince de rodilla es una lesión producida en los ligamentos de esta zona; y puede presentarte de forma parcial o total, así como también se puede ocasionar por una lesión directa (como, por ejemplo, un golpe de rodilla) o una lesión indirecta (un movimiento brusco que desestabiliza la rodilla).
Tipos de esguince de rodilla
También es importante que sepas que existes diferentes tipos de esguinces de rodilla, en función del grado de daño que se haya producido. Se puede presentar en tres grados, que te explicaremos de forma un poco más detallada a continuación:
Esguince de rodilla grado I
El esguince de rodilla grado I se produce cuando el desgarro es leve. Esto significa que no se lesiona el ligamento completo, sino que se lesionan unas pequeñas fibras, de manera que el daño no será tan grave y, por ende, el margen de movilidad será un poco más amplio.
Esguince de rodilla grado II
En ese orden de ideas, un esguince de rodilla en grado II se presenta cuando el porcentaje de desgarro del ligamento es un poco mayor. Sigue sin desgarrarse por completo pero el daño y, por ende, el dolor es mucho mayor.
Esguince de rodilla grado III
Evidentemente, el esguince de rodilla en grado III es el grado mayor, por lo cual, la intensidad y el dolor son bastante elevados, ya que el desgarro del ligamento se ha dado de forma completa. El tratamiento es más exhaustivo y el tiempo de recuperación será mayor.
Síntomas de un esguince de rodilla
Los síntomas de un esguince de rodilla se adecúan al tipo de esguince que se haya sufrido, pero en la mayoría de los casos, el dolor es una constante. Aunque varía en intensidad, es muy común presentar dolor cuando se produce un esguince en la zona, así como también los siguientes síntomas:
- Dolor y dificultad al momento de caminar.
- Movilidad reducida.
- Inflamación de la rodilla.
- Enrojecimiento de la rodilla.
En algunos casos, también se puede sentir una especie de crujido cuando intentas mover la rodilla. Es bastante probable que este leve sonido haya comenzado en el momento en el que se originó el esguince de rodilla.
¿Cuáles son las causas del esguince de rodilla?
Aunque cualquier mal movimiento puede generar un esguince de rodilla, las causas más comunes son dos: un movimiento muy brusco o una lesión deportiva.
En cuanto a un movimiento muy brusco, se produce cuando realizas un movimiento de manera incorrecta y la rodilla termina soportando, en falso, todo el peso del cuerpo. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando tienes una caída o eres víctima de un accidente en el que se tuerce la articulación.
Por otra parte, las lesiones deportivas son otra de las causas más comunes del esguince de rodilla, que se originan precisamente porque muchos deportes poseen técnicas que demandan gran exigencia corporal. Es por esto que, al momento de practicar un deporte, es muy importante realizar un calentamiento previo.
Tratamiento del esguince de rodilla
Lo primero que debes hacer tras sufrir un esguince de rodilla es acudir a un médico especialista. El mismo será el encargado de diagnosticar el grado de la lesión que has sufrido y, en función de ello, establecer un tratamiento.
Esto ocurre especialmente cuando el dolor del esguince de rodilla es insoportable. Sin embargo, si el esguince de rodilla es de grado I (cosa que puedes saber identificado el umbral de dolor que posees), mientras recibes atención médica puedes seguir algunos de estos consejos:
Usar un antiinflamatorio de uso tópico
Los antiinflamatorios de uso tópico te ayudan a reducir el dolor y la hinchazón de un esguince de rodilla, y actúan con mayor rapidez que los antiinflamatorios ingeridos. De hecho, es probable que el especialista también te dé esta recomendación, por lo cual, es aconsejable aplicarlo en la zona del esguince de rodilla.
Aplica compresas frío y calor
Para nadie es un secreto que el frío y el calor tienen propiedades de gran ayuda para tratar lesiones, contracturas o esguinces. Sin embargo, existen ciertas recomendaciones para realizar terapia con este tipo de temperaturas.
Las compresas frías aplicadas por intervalos de quince minutos en la zona, por ejemplo, son recomendables durante las primeras 42 horas de haber sufrido el esguince de rodilla, ya que las temperaturas frías permiten la contracción de los vasos sanguíneos.
Por otra parte, las compresas de calor deben aplicar tras las primeras 72 horas de haber sufrido la lesión, ya que el calor no tiene tanta efectividad para disminuir la lesión como el frío. En cualquier caso, las compresas calientes también pueden aplicarse en intervalos de quince minutos.
¿Cómo se puede prevenir un esguince de rodilla?
Si bien es cierto que un esguince de rodilla es una lesión que no puede prevenirse por completo, realizar calentamientos previos antes de iniciar la actividad física puede ser de gran ayuda para evitarlos en gran medida.
En ese sentido, es aconsejable ir aumentando la velocidad de la actividad física a medida que tu cuerpo se va preparando. Esto no solamente cuando vas a realizar actividad física, sino también cuando sales de la cama al inicio del día, ya que el cuerpo se encuentra en reposo y realizar movimientos bruscos de buenas a primera puede ocasionarte un esguince de rodilla.